Para aclarar: cualquiera de las distribuciones más populares funcionará bien para ver fotos y vídeos.

Y ahora la explicación.

¿Para qué se usa una computadora? Probablemente haya infinidad de respuestas, pero entre ellas siempre habrá varias relacionadas con el apartado multimedia.

Ni siquiera tiene que ser un uso directo. No necesitas usar la computadora como álbum fotográfico ni para ver películas. Muchas webs incluyen su contenido no solo como fotos y texto, sino como grabaciones de audio (postcasts), vídeo (streaming o no)...

Es normal que quieras que al conectarte a una web o al usar una aplicación todo funcione bien desde el primer momento. Y aquí el problema no es exactamente Linux: también en Windows es un problema.

El problema: la variedad no solo afecta a Linux

Cuando hablamos de multimedia nos referimos a algo en realidad muy interesante. En la web lo más importante es el texto, y de hecho se llama así: hyperTEXT protocol, hyperTEXT language...

Eso quiere decir que todo en la web es texto. Puedes añadirle formatos para que se vea de una forma u otra, e incluso propiedades y un sin fin de cosas. Pero para hacerlo más interesante, desde el principio se permitió añadir imágenes y vídeo. Y eso fue el principio.

Algunas plataformas se especializaron en proporcionar sonido (postcast) o vídeo (en particular, YouTube). Luego vino el vídeo en directo con los ahora populares Youtubers (que no siempre emitían realmente en directo) y luego la competencia: Twitch, Tik Tok...

Esto en informática no tendría porque ser un problema. Pero lo es.

Primero está lo de siempre. Por ejemplo, alguien quiere hacer streaming. Para ello tiene que tener una cámara digital que le permita ya no grabar vídeo, sino enviarlo en tiempo real por la web, de forma que alguien pueda verlo en directo. Y para enviarlo en tiempo real hay que capturar el vídeo: convertirlo en código máquina primero, y después en señales eléctricas que se van a enviar por la red. Luego la aplicación de las personas que lo quieran ver en directo tiene que ser capaz de entender cómo se ha enviado para reconstruir el vídeo.

Pero los formatos que tiene disponible esta persona no son satisfactorios. Puede que haya alguno que sí, pero requiere pagar por él. Por lo que fuera, prefiere desarrollar su propio formato. Incluso es probable que desarrolle un pequeño programa para poder visualizar ese vídeo, o que lo desarrolle de forma que lo puedas añadir a algún reproductor de vídeo.

El caso más sencillo: has instalado hace dos años tu sistema y ahora quieres ver el vídeo de esa persona streamer que desarrolló su propio códec hace un par de meses. Tu sistema no tiene ninguna noticia de que existe. La única posibilidad que tienes es añadir ese códec bien al sistema o al menos a la aplicación con la que vas a ver sus directos.

La gente que gobierna tu sistema también tiene opiniones al respecto. No es cuestión de Linux aquí, sino de las políticas con las que la empresa o organización quiera manejar el software que compone el sistema. El caso más pragmático: ni una distribución ni Microsoft tienen constancia de que ese nuevo códec del ejemplo no puedan contener malware o incluso que su instalación no cause otros perjuicios.

Las patentes

Uno de los problemas más concretos se deriva de la propiedad intelectual del códec y de que pueda estar o no sujeto a alguna patente.

Y aquí el problema es para todos los sistemas operativos, pero para las distribuciones de Linux es un problema mayor, porque son gratuitas, así que depende de las condiciones de la patente.

Un ejemplo es mp3. Durante años el codificador de mp3, la herramienta para convertir audio a ese formato concreto, tenía como condición para que alguien lo distribuyese que le pagase a la empresa propietaria del formato un pago, un canon. Su distribución sin ese pago sería ilegal en algunos países -los anglosajones, Alemania... Así que muchas distribuciones se encontraban con que no podían proporcionar ese software junto con el sistema operativo.

Algunas distribuciones lo solventaron pagando la mayoría de esos cánones. Alguna aceptó el riesgo de saltarse la ley, pero la mayoría no lo hicieron. Así que durante años parte del asunto en los sistemas Linux era proporcionar una forma sencilla de instalar estos codecs con el menor riesgo de demandas.

No siempre se trata de pagar. Además de estar sujetas a patentes, muchos de esos codecs y de los programas que los usan son software que además tiene licencias privativas, lo que hace más compleja su distribución.

Codecs, formatos, codificadores y decodificadores, ¿qué es eso?

Como resumen: grabar un vídeo es grabar la imagen a un número de fotogramas por segundo, y grabar el sonido. Y reproducir un vídeo necesita visualizar esa imagen a un número de fotogramas por segundo, y reproducir el sonido de forma sincronizada, tal como fue grabado.

Eso ha de ser codificado, pero además el sonido ocupa mucho espacio y por tanto sería muy difícil enviarlo a través de Internet. Así que se comprime para que ocupe menos. Pero comprimir y descomprimir lleva tiempo, así que es importante encontrar una forma de comprimir que funcione bien. Cuando hablamos de codecs normalmente nos referimos a un formato contenedor, que puede usar otros codecs para grabar el audio y la imagen. 

Codec es el formato contenedor, codificador es el software que se usa para convertir o crear un fichero en este formato y decodificador es el software que permite reproducirlo. Por ejemplo:

  • .avi fue quizá el primero en ser usado por Windows para visualizar vídeo en una computadora sin necesitar un hardware tremendo. El CD de instalación de Windows 95 traía varios vídeos de demostración, incluyendo un vídeo musical de Weezer.
  • .mov fue el formato elegido por Apple para su MacOS, y por entonces no podía ser reproducido por Windows.
  • .mpeg fue una propuesta de estándar.

En la wikipedia puedes ver una buena comparativa (en inglés).

¿Cómo funciona en Linux?

Algunas distribuciones, las menos, proporcionan un buen soporte para la mayoría de formatos tal cual se instala, out of the box, como se suele decir. Puede ser que estén pagando las patentes o que corran el riesgo: de hecho, en muchos países las patentes de software no son válidas.

Otras distribuciones usan un atajo. No proporcionan los codecs pero sí algún programa o utilidad para facilitar su instalación. A veces es una aplicación de presentación que se muestra en la primera ejecución del programa, otras veces una utilidad en el lanzador de aplicaciones.

Otras distribuciones, sobre todo el mundo anglosajón o alemanas, creen que eso es un engañabobos y que no serviría de mucho en una eventual demanda, así que no ofrecen ningún atajo de ese tipo.

Estas distribuciones suelen proporcionar algún repositorio de software adicional para poder añadir estos codecs, bien sea porque estén fuera de la jurisdicción (en otro país) o incluso a través de terceros.

Por ejemplo, en openSUSE hay dos formas de poder utilizar libdvdcss, que es un software para poder desencriptar DVD de vídeo grabados con el sistema CSS. CSS proporciona DRM y está sujeto a patentes.

Videolan, la propietaria de libdvdcss, paga los derechos de patente. Así que tú puedes instalar el software de Videolan y así usar esta librería. Pero no vale la versión que viene en los repositorios de openSUSE. Tienes que usar el repositorio de Videolan.

Otra forma de obtener libdvdcss es usando el repositorio de opensuse-guide.org. Es un repo relacionado con openSUSE pero independiente.

Para los codecs hay un grupo que se dispone de repositorios para diferentes distribuciones: Packman.

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